Lo más impresionante y fascinante de todos los poderes de los dragones es la capacidad de respirar y generar fuego, que posteriormente pueden sacar por la boca sin producirse ningún tipo de quemadura. El dragón en sus pulmones, además de utilizar oxígeno para respirar, también tiene otros gases con los que produce el fuego, y que también le ayudan a tener estabilidad durante el vuelo.
Estos gases no son aspirados directamente del aire, sino que son producidos en el proceso digestivo y guardados posteriormente para su uso. Al echar fuego por la boca, estos gases son expulsados al exterior como una niebla fina, que al mezclarse con las sustancias químicas de la saliva produce fuego. Esta característica, es una de las razones por las que el dragón no se quema, ya que el fuego se produce en la misma boca y no en las vías respiratorias.
Además, su pared bucal está recubierta de una mucosa que lo protege contra el calor y las quemaduras. Los dragones utilizan el fuego como una arma de defensa cuando se sienten altamente amenazados o quieren proteger a sus crías. 
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